Álex González Batería del grupo Maná presentó su proyecto Mala Vida en Tenerife.
El pasado miércoles 11 de junio tuvimos oportunidad de asistir a una cata selecta de Tequila Mala vida, destilado del agave icono de la cultura mexicana coordinado por la distribuidora Comesa Canarias quienes se encargan de comercializar este maravilloso producto en las islas Canarias.
Álex González, comenzó este proyecto en 2016, interesante reto para el músico y empresario hostelero, comercializar su propio tequila 100% agave «Mala Vida» para compartir con sus amigos y fans la cultura de Jalisco, Estado mexicano conocido por su tequila.
González llego a Canarias previo al concierto del Tenerife Music Festival 2025 donde compartió con invitados especiales sus experiencias en el sector de la restauración y como nace la idea de tener su propia marca de tequila, ahí es donde entra a escenario Álvaro González, segundo de los tres socios de Mala Vida, con quien comparte apellido, pero no parentesco, Álvaro un verdadero profesional en el sector de las bebidas, junto a Alex forman el equipo que durante dos años desarrollaron el concepto de Mala Vida comenzando por el alma de la marca «El Tequila».
Después de una intensa búsqueda y pruebas comenzaron a trabajar con la destilería «Tequilas El Mexicano», con quienes producen, a partir de agaves weber azul de entre seis y ocho años, las variedades actuales: blanco, reposado y añejo, con alcoholes envejecidos en barricas nuevas americanas y barricas de segundo uso francesas, quienes aportan esa complejidad a los productos reposado y añejo.
La botella es un diseño muy personal que incluye símbolos de la cultura del país norteamericano y las baquetas e iniciales del batería. “Quería hacer algo que fuera muy mexicano, pero a la vez también muy rock and roll”, nos comenta durante la presentación.
El estuche de madera es un detalle muy característico de la cultura mexicana y donde hace homenaje a los jimadores y maestros destiladores quienes son los responsables de seleccionar los mejores agaves en los Altos de Jalisco para así poder crear este exquisito tequila.
La etiqueta y el tapón simbolizan a México, moderna pero elegante, muestra una calavera, flores y muy delicadamente podemos ver las iniciales A.G. con dos baquetas los simbolizan el nombre de Alex y su amor por la música. Como sabemos las claveras tienen un significado cultural inigualable en la cultura mexicana, este símbolo honra a con una actitud valiente y atrevidas a los que ya no están con nosotros, pero quienes han sido parte de nuestra historia.
El primer país en el que se comenzó a comercializar este tequila fue E.E.U.U. y luego España, debido al gran lazo que una a las dos culturas de ambos países. Cada botella está identificada por un código NOM (Normas Oficiales Mexicanas) que garantiza la calidad del producto, también cuenta con un código donde el consumidor puede saber de qué lote y fecha de donde provino el agave que se usó para elaborar el tequila.
Notas de Cata
Blanco
- En Apariencia: Brillante y luminoso con delicados tonos de paja y tonos plateados de cuerpo medio. Al olfato: Agave crudo y cocido con notas de alcohol bien marcadas, pudimos apreciar oliva, pomelo rosa y tonos ligeramente especiados en los que destaca el regaliz y pimienta. Al gusto: Ligero armonioso, con notas cítricas y sensaciones saladas que realzan a la piel de pomelo, mandarina madura, sutil sabor de agave y caramelo cocido debido al horneado de las piñas que armonizan con el regaliz, clavos de olor y un retrogusto a manzana verde con un dejo amigable. Maridaje El Picú: Jamón ibérico que aporto notas grasas saladas y sutileza en boca que casan muy bien con el tequila blanco, ideal mezcla para un Fat Washing Cocktail.
Reposado
- En apariencia: Color paja claro de gran brillo con arcos dorados cuerpo sedoso, mostrando lagrimas semidensas que simbolizan la pureza del agave. Al olfato: Clara presencia de agave cocido, levadura y alcohol se destacan en los aromas primarios, notas de vainilla, caramelo, calabaza caramelizada y la batata cocida se entrelazan armoniosamente con tonos de madera de roble y toques de chocolate amargo, todo debido al tiempo de guarda en barricas. Al gusto: El primer sorbo es potente muy característico de los alcoholes puros, ya el segundo sorbo se siente el verdadero Tequila Mala Vida con sabores intensos bien definidos, mezcla de anacardo, cacao, agave cocido, caramelo, dulce de leche, tabaco y cuerpo maderoso. Evoluciona en el paladar y en nariz dando notas de nuez moscada y clavo de olor todo acoplado sutilmente a la madera. Maridaje El Picú: Queso fresco, semi curado y curado, tres experiencias en boca con una variedad de quesos que se acoplan a cada sorbo, un matrimonio perfecto con los tres tequilas que degustamos.
Añejo
- En Apariencia: Color ámbar con destellos dorados, cuerpo generoso que muestra sus lágrimas densas en copa. Al olfato: Una clara presencia de la madera tostada, vainilla, nuez moscada, piñones, sutil entrada a mantequilla y dulce de leche entrelazados en la presencia obvia de los buenos alcoholes. Su lado frutal es evidente con notas a frutos rojos destacando a la cereza con recuerdos a fruta madura. Al gusto: Entrada de madera perfumada y picante sensación a pimienta recién molida acompañada de canela, se ratifica la cereza, apareciendo la frambuesa y manzana roja, los aromas del horneado de la piña de agave se hacen presente generosamente impulsando un dejo a miel. Sabores secundarios de café, ligeramente a cacao y chocolate amargo, evoluciona en cada sorbo haciéndose más interesante y rico en sabores y aromas. Maridaje El Picú: Cebiche de pulpo con una ligera leche de tigre y pimiento palmero.
Sobre mesa:
- Tacos de abadejo crujiente, plátano frito con mayonesa de limón y enebro.
- Taco de cerdo desmechado con mayonesa de chipotle.
Damos el agradecimiento a todo el equipo del restaurante El Picú quienes nos abrieron sus puertas para deleitarnos con sus muy acertados maridajes en esta velada impecable llena de sabor y cultura mexicana.
Tequila Mala Vida, al ser un producto de alta gama se sitúa en un rango de precios entre 50 y 80 euros dependiendo de la selección, blanco, reposado o añejo. Un excelente tequila que deleitara el paladar de los más exigentes consumidores de España y Canarias, gracias a la sabia incorporación al portafolio de Comesa Canarias y a Moisés Yoll quien apoya a nivel comercial las ventas de este elixir mexicano en Tenerife.